Viejo amigo: Me cuentan que como un ‘homenaje’ por los 30 años de creación de la Cinemateca Nacional, prácticamente te han pedido la renuncia a la Dirección de este departamento de la CCE. Han dicho que van a “reverdecer” este sitio que tú creaste y prestigiaste. Lo de reverdecer es obvio y hasta simbólico. Es el color del estandarte de la nueva revolución cultural (?). Es un cuento eso de la meritocracia. Tenías que haber hecho lo que tan inteligentemente otros amigos tuyos hicieron: unirse al proyecto revolucionario y disfrutar un poco de los placeres de la nueva burguesía. Los camaleones no tienen ya la potestad de sus colores.
Te sugiero unirte a los ‘jubilados’ dignos. Vuelve a releer lo que los tzántzicos leyeron con tanto afán: las obras de Sartre
y Camus. Y ya ves los resultados. Sacude los zapatos a la hora de salir de la Cinemateca. Otros estarán ansiosos por tu partida. No fuiste ‘práctico’ mi buen amigo. Hoy la amistad es cosa de fenicios. Te envío un abrazo solidario y agradezco esas décadas de tanto afecto y generosidad.