No soy amigo ni enemigo. No me causa simpatía ni antipatía, pero estoy observando lo que sucede a mi alrededor, no quisiera ver, no quisiera sentir, no quisiera decir, si callo soy cómplice, si critico soy injusto, seré objetivo. Su influencia provoca sentimientos encontrados, contradictorios.
La confrontación ha sido su herramienta de lucha política, con sus conceptos se ha ganado la admiración de sus seguidores, con sus desafueros ha perdido el respeto de muchos, su carisma ha producido afectación para bien o para mal, nadie le quitará su lugar en la historia, será recordado. Irrumpió en la escena, aprovechó la oportunidad que le dieron, con sus encantos capturó al electorado, su sonrisa le dio adeptos, pocos analizaron sus propuestas, otros fueron capturados por sus discursos, la mayoría se dejó llevar por el color y la propaganda, tiene dotes de estadista, sin embargo su carácter le traicionó.
Quedará en la retina del pueblo lo bueno o malo que hizo, sus rivales intentarán borrar sus huellas, exaltarán sus errores, ese es el precio que debe pagar, es el precio por su servicio, los beneficiarios de sus acciones le adorarán, los perjudicados le maldecirán, sólo con el tiempo descubriremos su integridad o no. Debe irse. Cumplió con su misión. Su enfoque no bastó para solucionar todo, si resuelve un problema, aparece otro, esa es la constante, así la vida transcurre, nos da diferentes matices y sabores.