Asumiendo que la cámara encontrada en el despacho del presidente de la República: no estaba en funcionamiento, no haya sido instalada por orden de Rafael Correa, la Secretaría de Inteligencia o por la Escolta Presidencial, nos enfrentamos a un grave problema: Hay alguien con el suficiente poder como para espiar, con oscuras intenciones, al Mandatario ecuatoriano, sin que las instituciones encargadas de garantizar la seguridad nacional, se den cuenta. Frente a ello hay dos opciones: O las instituciones mencionadas están infiltradas y corrompidas, permitiendo este tipo de prácticas; o, son altamente ineficientes. ¿Quién está libre de ser espiado ilegalmente en un país en el que hasta el Presidente es víctima de este crimen? ¿Será que otras autoridades también han sido espiadas? ¿El espía tendrá suficiente información como para coaccionar a los asambleístas y se resuelva negar la comparecencia del secretario de Inteligencia?