Sobre la reelección ya tenemos más de una muestra en América Latina, ni Bolívar ni Montalvo estuvieron de acuerdo en la eternización del poder, porque sabían que gobiernos largos caen en el despotismo y la tiranía. “¿Queréis revolución?, hacedla primero dentro de vuestras almas, la palabra revolución amigos míos es una palabra fácil de emplear pero difícil de ejecutar”, discurso célebre de Velasco Ibarra que por su carisma lo llamaron el salvador de la patria, el profeta, el loco. Jesús es el único revolucionario que embanderó su revolución en la verdad e igualdad social, que no se retractó por haberles dichos hipócritas a los fariseos y corruptos, no pidió disculpas a nadie, ni negó su doctrina. Frente a la falta de una buena administración del poder todos hemos buscado un Salvador y nos hemos equivocado, porque el único crucificado es el pueblo. El Ecuador ha tenido al ángel Gabriel que los jesuitas lo quisieron hacer santo según la historia; a Salvador Lara, Salvador Quishpe, pero como están las cosas necesitamos un arcángel con un agregado angelical muy alto, que desde las esferas celestiales vele por las necesidades de todos, que nos salve de crisis económicas, corrupción, reelección, de los terremotos, el desempleo, etc. La consulta es inminente que se ejecute y hablando de temblores; Santa Marianita dijo “Que el Ecuador no desaparecerá por los terremotos sino por los malos gobiernos”, será mejor que enviemos un SOS al cielo para que no se le cumpla a la Marianita.