Los emprendedores no pueden crecer

Con mucho esfuerzo hemos puesto en marcha un pequeño emprendimiento dedicado a la limpieza de oficinas y afines desde el año 2012.

Nos endeudamos con la tarjeta de crédito para la compra de máquinas y equipos, uniformes, montaje de oficinas, equipos de computación, etc. 
Los dos primeros años son un periodo de inversión de acuerdo al proyecto elaborado. Y así lo hicimos invirtiendo en capacitación para obtener la certificación ISO 9000, en maquinaria nueva, contratando responsables de seguridad industrial, médico ocupacional y otros profesionales que nos ayuden a mejorar la calidad de los servicios que prestamos a empresas. 


Pero desde finales del 2015, el Sercop se inventó el catálogo electrónico, un instrumento que discrimina y excluye de la contratación con el Estado a emprendimientos como el nuestro porque, según ellos, el Servicio de Rentas Internas (SRI) dice que somos mediana empresa.


Me pregunto: 


1. ¿Ahora de dónde sacamos el dinero para liquidar, como manda la ley, a todas las personas que integramos para consolidar una empresa eficiente en sus procesos y eficaz en sus resultados?


2. ¿Cómo pagamos las deudas adquiridas con los proveedores de maquinaria e insumos?


Asimismo, de los tres contratos que aún me quedan me piden que para pagarnos las facturas de los servicios que ya hemos prestado, estar al día con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y con el SRI, pero si aún no nos pagan las facturas de meses anteriores.

No soy Mandrake. 
Para poner la cereza al pastel voy al banco y me dicen que no soy sujeto de crédito porque tengo 160 puntos en el récord que ellos manejan… Por favor a este ritmo terminaré en Cardiología de un hospital. Ojalá me atiendan pues estoy en mora.

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