Quienes así piensan, creen que están apoyando a las mujeres, sin darse cuenta que propician un feroz ataque contra la dignidad de niñas, jóvenes y mujeres, induciéndolas a la promiscuidad y al libertinaje sexual, porque están “protegidas” por la píldora del día después.
Ya suenan las voces de políticos, sociólogos, libre pensadores y despistados, que elogian y apoyan el uso de anticonceptivos para niñas de 12 años, píldoras que son lanzadas al voleo por la Ministra de Salud, imponiendo su uso en los colegios. Antes fueron los condones y ahora la famosa píldora PDD. Esto lejos de ser un “derecho”, es una repudiable manera de contribuir a la difusión de una mentalidad hedonista que arrasa con los valores fundamentales y la dignidad de .la persona humana.
No creo que el Presidente esté de acuerdo con los arrebatos autoritarios de la Ministra; porque de aceptarlos, estaría botando por los suelos, su sincera declaración de ser, un católico practicante. Qué importante sería, que el Gobierno en la búsqueda del bien común y en apoyo a los padres de familia, asumiera la responsabilidad de implementar una auténtica educación sexual en escuelas y colegios, respetando la ley natural de manera moral y objetiva, ley que no puede ser desbaratada por perversas ideologías, que usan a las personas como si fueran “cosas”.