Con el reconocimiento general de la gente del fútbol, Reinaldo Rueda terminó su ciclo y debe dar un paso al costado. Cumplió su objetivo primario al clasificarnos a nuestro tercer Mundial, pero al no pasar a octavos firmó su despido.
Si queremos dar un giro de 180 grados y pensar en grande, tenemos que buscar un técnico de real jerarquía, proveniente del primer mundo futbolístico que nos abrigue esperanzas de mejores y mayores logros. Basta de prematuras eliminaciones y de conformarnos con pasar a octavos. Apenas 4 de 9 puntos (44.44% de rendimiento ) cosechó la Tri en Brasil 2014. No fue la misma selección convincente de la mayor parte de las Eliminatorias. Salvo Domínguez y Énner Valencia, los demás futbolistas no dieron talla mundialista y fuimos el único país sudamericano que no pasó la primera ronda. Los interesados homenajes que recibió la Tricolor por parte del Gobierno, la Asamblea y otros organismos políticos que buscaron protagonismo, tuvieron efecto contrario. Si igualábamos o superábamos lo hecho en Alemania 2006, habrían sido bienvenidas las loas y alabanzas; jamás antes, por oportunistas y de mal augurio.