La educación y la década perdida del correísmo

El ministro de Educación, Augusto Espinosa, ante la denuncia por su negligencia en la gestión administrativa, respecto de la construcción y cuidado de las escuelas del milenio, pretende deslindar en los mandos medios su responsabilidad sobre la contratación de seguros, en especial para las nuevas construcciones escolares y la calidad de estas, la cual quedó al desnudo en el terremoto del 16 de abril.

Frente a las declaraciones del Ministro de Educación “...si soy dueño de todos los bienes y no están concentrados territorialmente existe la posibilidad de perder si los aseguro a todos”, se le recuerda que por encima de la opinión personal está el cumplimiento de la Ley y de las normativas que rigen al ámbito educativo-administrativo, como lo tipifica la Ley Orgánica de Educación… acerca de las competencias de la autoridad educativa nacional, que señala en su Art. 22 literal t: “Cumplir y hacer cumplir las disposiciones constitucionales, legales, reglamentarias y demás normativa que rige el Sistema Nacional de Educación;” Además, el Reglamento de Contraloría sobre uso de bienes, en su artículo 5, señala: “Seguros. La protección de los bienes incluye la contratación de pólizas de seguro necesarias para salvaguardarlos contra diferentes riesgos que pudieran ocurrir. Se verificarán periódicamente la vigencia y riesgos de cobertura de las pólizas.”

Los estudios determinan que la cobertura de siniestros es la mejor forma de bajar el riesgo ante una pérdida o daño material de un bien. Estos daños al bien público no solamente son ocasionados por un terremoto, que sucede cada 30 años, sino también por incendios, robo, inundaciones, etc.

Por ello, la UNE señala que usted, Ministro, es el responsable de todas las gestiones realizadas por los diferentes niveles de gestión del Ministerio de Educación, no solo en áreas como la de adjudicación de contratos, para la construcción de infraestructura física, en la que claramente se nota negligencia, sino también el trato al personal docente pues usted ha comandado la política de hostigamientos, trato cruel, inhumano, indolente que han recibido los maestros que decidieron acogerse a la jubilación.

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