Señor Director la educación hace mucho tiempo ha decaído debido a que se ha vuelto comercial en un 90%, ya no hay valores, solo el lucro mueve a los dueños de los diferentes niveles de la educación. Esta es la razón para la decadencia de los valores del Estado ecuatoriano en general. Hoy leo, con asombro, cómo han fracasado los estudiantes de 26 universidades de categoría E, de 50 000 jóvenes que asistieron a rendir evaluaciones, 139 aprobaron y solo 16 sobresalieron. ¿Qué clase de profesionales hemos estado lanzando al mercado del país? Las pruebas hechas revelan la paupérrima formación en las diferentes carreras, sobre todo de medicina, pobres en expresión, comprensión y análisis crítico, etc. Cabe la pena recalcar que estamos hablando de las universidades de categoría E, aunque muchas de las otras también tienen sus falencias, que valdría la pena tomar cartas en el asunto para cambiar totalmente los valores que se enseñan en ellas.
Todo esto es fruto de la decadente educación que reciben los estudiantes en los niveles medio y básico. Las estadísticas son claras, de 7 453 aspirantes al examen de exoneración al curso de nivelación de la Universidad de Guayaquil, solo dos lograron pasar las pruebas, algo por demás alarmante y que las autoridades respectivas deben tomar los correctivos indispensables en la educación.
El problema parte desde que el niño se inicia en el nivel escolar, pues existen muchas escuelas con una deplorable infraestructura y un nivel educativo deprimente, donde los dueños de los establecimientos solo tienen en sus ojos el signo de dólares. De ahí parten hacia el nivel secundario, donde se asientan los conocimientos generales a nivel de materias y de valores morales, cívicos y cognoscitivos, donde los libros deben ir de la mano con las enseñanzas que imparten los educadores, pero que en un 80% no les inculcan el amor hacia la lectura, base del conocimiento en general. De manera que las famosas evaluaciones no deben ser solo para las universidades, sino sobre todo para los niveles básicos y de especialización, así con una buena partida lograrán culminar en un profesionalismo óptimo.