El 21 de mayo del 2016 se cumplieron tres años de un logro extraordinario para el montañismo ecuatoriano. Paulina Aulestia alcanzó la cima del Everest, la montaña más alta del planeta convirtiéndose en la primera mujer ecuatoriana en alcanzar la cumbre de este coloso. Paulina no ha buscado reconocimiento alguno. Sé que (se lo merece) más bien ha transmitido cómo esta experiencia ha cambiado su forma de ver la vida.
Este tipo de logros no debe ser ignorado y olvidado por los medios, tal como lo han hecho en los últimos días, apropósito de la llegada a la cima del Everest de la andinista Carla Pérez, y por otros actores del montañismo ecuatoriano, ya que estos triunfos son resultados de una exigente planificación y de un supremo esfuerzo físico y mental.