Cinco años han transcurrido del Gobierno de Correa y el Ecuador es hoy el único país en el continente, con costa al Pacífico, que no tiene ni negociados ni firmados acuerdos de libre comercio con los grandes mercados como la U.E, el Asia-Pacífico, los EE.UU. o Canadá. Eso supone un alto riesgo de pérdida de mercados por falta de competitividad para sus exportaciones no petroleras, pues todos sus competidores directos ya tienen negociados y/o firmados sendos TLCs con esos países. Este auto-aislamiento traerá consecuencias económicas y sociales graves. Que las declaraciones del vicecanciller Lucas hayan terminado de dar al traste con la remota posibilidad de negociar un acuerdo comercial con la UE, es un claro acto de re-afirmación del sentir de los ideólogos de la revolución ciudadana, entre ellos el propio Correa, quienes dan preferencia a las relaciones ideológicamente compatibles vs. las relaciones comerciales con economías complementarias. Queda claro que el Ecuador, en tiempos de la revolución, no negociara ningún acuerdo comercial con sus principales mercados de exportación y se va quedando solo.