Las estadísticas frías y lacónicas concluyen que el sector bancario lidera el nivel de utilidades netas, a corta distancia el sector automotor y los grupos empresariales tradicionales o ‘holdings’. Estos resultados ratifican simplemente la centralización de la riqueza y la dirección que tiene el ahorro privado a adquirir bienes improductivos, vehículos básicamente por la seguridad de recuperar el crédito.
No acabamos de entender que si queremos superar los índices de pobreza aberrante es desarrollar las microempresas o llamadas pymes, huérfanas del crédito y con muchas dificultades de desarrollar, desprotección total y las pocas voces de protestas de las Cámaras de la Producción.
Estas diferencias abismales considerando que el monopolio desde la perspectiva moral y ética es cuestionado, la inequidad, el centralismo, los créditos con dedicatorias, son escenarios para desarrollar el resentimiento social y por ende manifestaciones de violencia y agresividad. Este comentario se complementa por otra actividad poco desarrollada que es el “mercado bursátil”, incipiente e igualmente olvidado de que la inversión privada es el motor de crecimiento del Ecuador y se relaciona con la implementación de las Normas Internacionales de información financiera Niffs que brindará una dosis alta de confiabilidad de los estados financieros.