Hace unos días, en uno de estos interesantes espacios de opinión, se publicó una nota titulada “Propietarios de las calles”, valioso comentario con el que concuerdo plenamente; pues casi todas las calles, tanto de Quito como de Guayaquil, incluyendo zonas residenciales, se encuentran saturadas de “cuidadores” que, muchas veces se pelean, creyéndose amos y señores de las vías y que, lo que menos hacen, es cuidar y proteger los vehículos.
En algunos casos piden la “propina” impuesta por ellos por adelantado y desaparecen del lugar como por encanto; otros solo aparecen el momento en que se prenden los motores de los autos y se portan insolentes cuando el dueño les da una cantidad que no compensa su “arduo, responsable y sacrificado” trabajo.
Es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto, capacitando periódicamente a gente honrada y laboriosa que se encuentra en la desocupación y se le otorgue un documento que acredite su trabajo, al tiempo que garantice a los usuarios el cuidado y la seguridad de sus vehículos; pues no resulta nada justo que, una vez que, abusivamente y por “adelantado” hayan cobrado el valor del parqueadero, estos “avivatos” desaparezcan irresponsablemente del mapa.