Cuánto dolor siento en el alma por la sociedad actual que han creado y están creando los narcotraficantes y microtraficantes de drogas ilegales. En mis tiempos de infancia nos enseñaron muy bien el evitar el consumo de “drogas ilegales” con la campaña que decía: “Dile Si a la Vida No a las Drogas” o “Dile si al Deporte no a las Drogas”.
Hoy en día estas campañas deberían retomarse en escuelas y colegios. El consumo de drogas ilegales en la juventud es alarmante. Existen rumores que los carteles de narcotraficantes y microtraficantes como el cartel mexicano de Sinaloa o el Cartel Venezolano de Los Soles se encuentran en territorio nacional, estableciendo algo que se conoce como la apertura de mercados de consumo mediante el microtráfico.
Hago un llamado público a las autoridades de antinarcóticos a que investiguen en escuelas y colegios para impedir que mafias organizadas corrompan y envenenen el alma y los cuerpos de nuestros jóvenes y niños que a futuro serán quienes dirijan los destinos de nuestra nación y Patria.
Hay que ser duros para acabar con esta clase de negocios lucrativos basados en el vicio y la adicción de los cuerpos y almas incautas y débiles ante la tentación del placer efímero que conlleva una muerte lenta y agónica.
El mundo de las drogas inicia su actividad con una simple copa de vino, que poco a poco con el transcurrir del vicio cae en las garras de drogas más duras.
Las drogas sociales más peligrosas y legales constituyen el tabaco y el alcohol son la puerta de entrada para el consumo de drogas más duras y adictivas.
Hombres y Mujeres deben unirse en sociedades para erradicar el consumo de drogas ilegales con alternativas recreativas, culturales, turísticas y sanas.