Tengo un hijo que tiene una discapacidad. Leí un artículo que estos niños mejoran sus habilidades y forma de actuar con tratamientos con animales. Sabía que el Municipio tiene algunos programas para darles terapias gratuitas con perros y caballos. Ellos me han ayudado en este proceso de recuperación para mi hijo. Fue un cambio radical que lo hemos sentido en pocos meses. Siento que mi hijo es mucho más feliz.
Estoy totalmente agradecida con el Municipio y la Policía Metropolitana que le acogió a mi hijo como si fuera uno más del equipo, le hicieron jugar con animales preparados para atender a personas con discapacidad y le generó mejor motricidad. Incluso ya pudo caminar unos pocos pasos acompañado de su mejor amigo, el perro que le presentaron desde el primer día de su tratamiento y que ahora hasta lo nombra en sus cortas conversaciones con nosotros.
Mi pequeño está encantado y nosotros muy agradecidos porque habíamos escuchado de estos tratamientos y pensábamos que eran para gente que tenía el dinero para comprar un caballo y pagar a los terapistas. Pues ahora con estos programas nosotros tenemos muchos beneficios y mi hijo puede compartir con otras personas y con sus amiguitos de este centro de tratamiento. Ellos, junto a los animales, han podido revivir su espíritu y sus ganas de vivir y demostrar que con esfuerzo y trabajo pueden lograr grandes cosas pese a su discapacidad. Gracias al señor Alcalde por darnos estos beneficios a los quiteños y no olvidarse de niños como el mío.