14 de febrero, día en que particularmente el Ecuador entero goza y celebra al amor y la amistad; pero, en la actualidad en donde el Gobierno todo lo toma para sí, seguramente en los próximos enlaces enviará mensajes de paz y de amor .
Para el pensar de muchos, las cosas no son así, tan solo en la intimidad familiar cada quien vive y demuestra el amor a su manera, y no hay que vivirlo tan solo para uno; pues, mientras en las calles de las grandes y pequeñas ciudades deambulen mendigos, mientras niñas y niñas se vean obligados a trabajar, mientras mujeres oferten sus cuerpos amamantando a sus hijos en las veredas, mientras esperan que varones sedientos de pasión requieran sus servicios sexuales, no existirá paz en la mente, peor en los corazones de todos los ecuatorianos, pues el Ecuador tiene gente de buena fe, de buen corazón, humanista y solidaria, pero también mucha pobreza.
Ese amor y esa amistad que se celebra, juega de visitante con la revolución ciudadana, juega con árbitro en contra, pues la miopía del gobernante es tan poderosa que no se da cuenta del sufrimiento y la miseria, la incomprensión y desesperación, la injusticia y la inoperancia que aún existe en el país por parte de quienes administran de una u otra forma el poder.