El turismo es la industria sin chimeneas. Así lo dice un dicho popular. Y tiene mucha razón, ya que se puede aplicar a ciudades como Quito que cuentan con un tesoro arquitectónico incomparable.
Si hacemos un ejercicio de observar la ciudad con ojos nuevos, vamos a redescubrirla casi con el mismo asombro de los turistas que llegan.
Es excelente la forma en que la Alcaldía está gestionando los innumerables museos del Centro Histórico, que contienen un enorme compendio de riquezas históricas de nuestra cultura. Esa sin duda es una obra que no se ve pero que sirve a nuestra identidad.