De niño en la escuela, tu mejor amigo te prestó 5 sucres. Al pagarle creaste confianza para continuar con una historia de crédito. Si eres o fuiste buen pagador te prestarán los amigos, los bancos, etc. Lo mismo pasa con un país. Si aquellos que lo representan no pagan sus deudas, las adquiridas con documentos crean así un mal nombre.
Pagar las deudas, honrar tu palabra tiene mucho que ver con ser una persona confiable para ti como para tus semejantes.
La deuda del IESS como tantas otras que ya no se mencionan, deben pagarse, por honradez. No solo con los jubilados sino con todos nosotros.