Cabe reconocer que gran parte de las acciones del Gobierno, han beneficiado a las mayorías ciudadanas y los intereses del país, pero lo que es inaceptable es que en política internacional se apoye a Estados totalitarios de partidos únicos, que mantienen presos políticos de conciencia, contrariando los principios de la Declaración Universal de los DD.HH., que no permiten la libertad de expresión ni de prensa, ni de movilidad, como el caso de la blogera Sánchez a quien no le autorizan viajar fuera del país, lo cual estoy segura repugna a la conciencia del Primer Mandatario. Sin embargo, se apoya y se estrechan relaciones con abominables Estados integristas que tratan a las mujeres y a quienes no profesan la religión oficial como verdaderos parias.