La situación por la que atraviesa España es verdaderamente desastrosa, debida a la crisis general que azota Europa y -por qué no decirlo-, también en buena parte al gobierno socialista del Señor Zapatero, quien con sus malas prácticas dejó a la economía española en soletas y sin las cuales el impacto pudo haber sido quizá algo menor. El señor Rajoy, actual Presidente del Gobierno español, se ha visto obligado a tomar medidas radicales que obviamente son antipopulares y que han dado lugar a serias protestas del pueblo a escala nacional. Una de esas medidas fue el desalojo de infinidad de familias – que debido a haber perdido sus trabajos se vieron imposibilitadas de pagar sus hipotecas-, medida esta completamente inconsulta e ineficaz que, en ningún caso, puede contribuir a mejorar la economía española, pero sí causó tremendos problemas a los desalojados. Afortunadamente, esta medida está suspendida pues seguramente el señor Rajoy se dio cuenta de la ineficacia de la misma y que tendría cientos o miles de pisos desocupados, vacíos, improductivos con sus ex ocupantes durmiendo a la intemperie o quién sabe dónde. Estos inmigrantes que en condiciones normales tuvieron buenos trabajos que les permitieron adquirir departamentos o pisos, como llaman allá, contribuyeron eficazmente a la economía española, por lo que en estos malos momentos y por haber caído en desgracia, eran merecedores de mayor respeto y consideración del Gobierno español, no de medidas extremas reñidas con los derechos humanos y adquiridos.