Derecho al voto

A mediados de febrero los ecuatorianos concurriremos a ejercer nuestro derecho al voto, con el que elegiremos al próximo presidente, vicepresidente, y a los nuevos asambleístas que ojalá logren representarnos dignamente, no solo para legislar sino también y fundamentalmente, para fiscalizar, que es a lo que en ni una sola ocasión quiso dar paso la mayoría gobiernista -se sobrentiende que por disposición superior-. Por otra parte, esperemos que a un buen sector de ciudadanos no les invada el desánimo, y, peor aún, la tentación de votar nulo o de abstenerse. De un voto razonado dependerá en gran medida la buena conducción de los destinos del Estado. Esperemos y confiemos que no continúe ocurriendo lo que lamentablemente se ha venido dando con este malhadado gobierno; es decir, el inmisericorde maltrato que se le ha propinado a la democracia, a las libertades y a la justicia.

Suplementos digitales