Cuando Napoleón se proclamó Emperador agarró la corona de manos del Papa y se coronó a sí mismo en soberbio gesto… Cuando los revolucionarios mexicanos se tomaron la Sede Gubernamental, Pancho Villa invitó a Emiliano Zapata a sentarse en el solio presidencial tras haberse sentado él a su vez; el segundo contestó con sencillez denegándola: “No, porque allí uno se sienta muy bien y se levanta muy mal”… Tras la reciente reposesión presidencial, conviene reflexionar: se compadece con la situación del país tanto lujo y despilfarro, tanto show, fanfarria y boato con el dinero de todos los ecuatorianos sin bono? Tanto banquete (por qué los invitados jamás vienen con “Kukayo”) y tanta publicidad para una supuesta revolución en la cual nadie se traga esa piedra de molino que asegura que con el susodicho se sacó de la pobreza a miles de paisanos? No se niegan los logros obtenidos en seis años de “revolución ciudadana” (la agraria en veremos), mas existen exabruptos que si se repiten en los cuatro años siguientes, nos traerán muchos dolores de cabeza. Juan Montalvo hacía un alerta a las juventudes que eran sumisas con el tirano y declaraba como “Desgraciado al pueblo cuya Juventud no haga temblar al mundo”… Yo no creo que los 10 de Luluncoto sean un peligro para la democracia, y peor que los jóvenes del Central Técnico procesados, hayan procedido manejados por ajenas influencias. Son jóvenes rebeldes y de sean que en el país del “Sumac Kawsay” sus padres no tengan que irse del país, o seguir en el mismo, sumidos en el desempleo bajo condiciones extremas como las del 70% de los ecuatorianos sin caridad estatal. Creo que menos lámpara y una política menos jactanciosa y petulante harían mucho bien a este país de gente buena pero demasiado paciente. Gracias.