Son las 07:00. Miles de conductores intentan avanzar por la av. Manuel Córdova Galarza desde la Mitad del Mundo hacia el centro. Velocidad permitida: 90 km/hora, pero apenas alcanzamos a mover nuestros vehículos a 5 km. El paso deprimido que se está construyendo en El Condado no nos permite acelerar nuestro ritmo. Muchos calculamos casi una hora de anticipación para llegar al trabajo. ¿Esta decisión elimina el tráfico? Por supuesto que no. Si logramos salir del primer atolladero y tomamos la av. Occidental, nos topamos con el otro paso deprimido en la av. Fernández Salvador. ¿Seguimos controlando el estrés? Si hemos salido con hora y media de anticipación, a lo mejor sintonizamos una buena radio y seguimos; sin embargo, cualquier previsión temporal puede quebrarse si de pronto suenan sirenas y por altoparlantes se escucha. “¡Hágase a un lado, vehículo oficial!”. No vemos, por supuesto, quién está adentro. A lo mejor es el señor Alcalde, quien pasa a gran velocidad revisando obras. ¿Dónde se evidencia el Sumak Kausay o Buen Vivir? A lo mejor está por otro lado de la ciudad…