Muchas han sido las ocasiones en las que, utilizando estos generosos espacios que nos brinda la prensa independiente, he cuestionado la evidente falta de apoyo que ofrece la Casa de la Cultura Ecuatoriana a los escritores, en lo que respecta a la publicación y difusión de sus obras. Se pensó, ilusamente, que con el cambio de directiva las cosas iban a cambiar de alguna manera pero, por desgracia, hasta la presente nada de esto ha ocurrido.
Un ejemplo claro es que, para dejar los libros, a “consignación” en la librería de la CCE, el ofertante tiene que previamente realizar un engorroso trámite burocrático, en el que se le ofrece “acreditar” el dinero recaudado por este concepto directamente a su cuenta bancaria; debiendo, para ello, adicionar un trámite en el departamento financiero, luego de lo cual le hacen firmar un “contrato” cuya vigencia es de nueve meses, al cabo de los cuales y, sin previo aviso, el escritor tiene la obligatoriedad de acercarse a renovarlo, caso contrario embodegan sus libros, dejando de venderlos automáticamente. Lo curioso es que, como en mi caso, esos dineros nunca fueron acreditados a mi cuenta.
Mi pregunta es: ¿acaso la CCE no se encuentra diseñada para servir a la colectividad ecuatoriana y, especialmente, para quienes trabajamos en pro de la cultura del país? Fabiola Carrera Alemán se cayó un puente Escribo debido al derrumbe del puente que unía a las provincias de Pichincha y Napo.
El puente cayó el martes 19 de marzo, lo cual ha dejado una movilización lenta hacia la Amazonía. Me he quedado anonadado porque después de un año de construcción el puente se derrumbó tan rápido habiendo muchos puentes viejos que a pesar de las intensas lluvias siguen en pie.
¿Será debido a una mala construcción o talvez el lugar no es el adecuado para la edificación? Pero de lo que estoy segura es que se necesita una inmediata restauración para la movilización hacia el Oriente.