Ya sabemos los ecuatorianos el futuro incierto, a no muy largo plazo, doce años que tendrá el IESS, cuando se le terminen sus ahorros y no tenga con qué pagar las jubilaciones. El problema que se presenta y que redundará con todos los compatriotas, que tienen en la actualidad 53 años, los mismos que después de 12 años cumplirán 65 y que tengan que jubilarse con todo derecho, no podrán hacerlo por falta de fondos del IESS. En esa época comenzará la debacle económica nacional y seguirá agravándose con las nuevas generaciones venideras. Se perderá el aliciente que significa jubilarse. Todavía no se dan cuenta de la cantidad de gente que vive con el sueldo del jubilado, esposa, hijos, nietos, etc. La jubilación es un derecho fruto del ahorro del empleado, aporte del empleador, y el correspondiente del Estado que ahora nos niegan al no tener los fondos económicos, fruto del despilfarro del Estado a lo largo de estos últimos años de gobierno. De acuerdo con las estadísticas, la esperanza de vida de los ecuatorianos ha aumentado a más de 75 años y no serán casos aislados de personas que puedan llegar a los 90, presentándose a esta edad una situación económica fatal que desembocará en tristeza, depresión y muerte. Como se dice le estarán matando con cuchillo de palo.