El 13 de septiembre, EL COMERCIO reportó la noticia del ataque de extremistas libios a la sede de la Embajada de EE.UU. en Bengasi. La noticia fue de indudable importancia, por lo que recibió cobertura en su primera página. Sin embargo, yo protesto por la innecesaria publicación de fotos que muestran el cuerpo sin vida del embajador Stevens, asesinado en ese criminal ataque. El reportaje debió haberse realizado con más altura, con énfasis en la condena a la violencia de estos tiempos que vivimos, y con mayor sensibilidad humana. Era innecesario publicar esas fotos que ofenden a sus lectores.