Con manifiesto desconocimiento, en la página 12 del cuaderno 1 de la edición del Diario El Comercio del domingo 7 de julio, el caricaturista Roque Maldonado comenta gráficamente sobre la construcción de la estación del Metro de Quito en la Plaza de San Francisco, conjeturando que será construida sobre la plaza y que habrá una enorme aglomeración de gente, alterando con su caricatura la verdad sobre la ejecución y el servicio que prestará la estación del Metro, al aseverar que esta obra va a desbaratar el Centro Histórico.
Han sido numerosas las oportunidades en las que Diario El Comercio ha publicado reportajes y crónicas sobre el proyecto del Metro de Quito, de manera especial sobre la construcción de la estación San Francisco, todas con total apego a la verdad y con criterios positivos, por lo que resulta inexplicable, por decir lo menos, que un editorialista gráfico de este diario comente sin argumentos técnicos, expresando juicios de valor y en mi opinión hasta con mala fe, sobre un tema que ha sido analizado y debatido en múltiples foros e instancias especializadas y ampliamente difundido a través de varios medios, incluyendo la página web del Metro de Quito; induciendo así a los ciudadanos a suponer que la construcción de la obra alterará la estética, organización y armonía arquitectónica de este preciado patrimonio mundial.
Al amparo de los principios constitucionales y en beneficio de los lectores de su prestigioso diario, me veo en la obligación de solicitarle la publicación de esta réplica, cuyo propósito específico es puntualizar vario asuntos que permiten contextualizar y contrastar los criterios expresados en la caricatura antes referida.
El Metro de Quito representa un salto a la modernidad y responde a la creciente demanda de movilidad de la ciudadanía. Su trazado, resulta de sesudos y multidisciplinarios estudios técnicos, orientado a garantizar su función como elemento articulador del Sistema Integrado de Transporte Público, a integrar el norte con el sur de la ciudad y viceversa, necesariamente debe atravesar el CH. Los referidos estudios, que consideraron múltiples alternativas, determinaron que la mejor opción para ubicar la estación del Metro en el CH es el costado oriental de la Plaza de San Francisco; alternativa que se sustentó además en los resultados de sendos estudios específicos referidos a su morfología, a las características geológicas, geotécnicos, hidrológicas, a los servicios públicos existentes, al comportamiento frente a vibraciones naturales y admisibles, a la exploración arqueológica efectuada y a las condiciones del patrimonio edificado.
Conscientes del valor patrimonial de la plaza de San Francisco y basados en exitosas experiencias de construcción de estaciones de metro en sitios similares en el mundo como el Zócalo de México, la Sagrada Familia en Barcelona, las Plazas de la Opera y del Sol en Madrid o el Louvre en París, entre muchos otros sitios emblemáticos del mundo, y sustentados en los resultados de los estudios técnicos, hemos previsto un conjunto de medidas constructivas y operativas que garantizarán la plena conservación e incluso una mejora en la estética y organización en este preciado patrimonio mundial. El túnel del metro pasará a 24 metros de profundidad sin afectar en absoluto la integridad de la plaza y su entorno; la estación será totalmente subterránea y construida con los más adecuados métodos que posibilitarán la recuperación intacta de la superficie de la plaza en no más de 6 meses, manteniendo su primoroso espacio y ponderada escala; el acceso a la estación del Metro se ubicará al interior de la casa ubicada en la intersección de las calles Sucre y Benalcázar, que será reacondicionada para conservar los sobrios componentes arquitectónicos del entorno.
Pese a que el Metro circulará a las profundidades ya señaladas, para garantizar que durante su operación no se provoque la menor incidencia en el patrimonio edificado, se colocarán bandas elastoméricas en los rieles y en los anclajes de los durmientes, que amortigüen completamente la vibración. Adicionalmente, tanto en la fase de construcción como en la de operación se instalarán sensores de última generación para auscultar y monitorear permanentemente los posibles efectos de estas intervenciones.
Los estudios de micro simulación de la demanda del Metro, realizados por connotados expertos mundiales en la materia, determinan que se atenderán alrededor de 24 000 viajes al día en el CH, de los cuales 16 000 serán hacia y desde San Francisco y los restantes 8 000 en la Plaza del Teatro; viajes que se originan por actividades ya existentes en el sector y que no significarán una demanda adicional a la actual y por tanto serán parte de los más 200 000 transeúntes diarios que hoy acoge el CH, pues simplemente los viajeros se transportarán en el Metro en lugar de hacerlo, como lo hacen ahora, en buses convencionales o en vehículos particulares. Por ello, la ilustración y comentarios de la caricatura en referencia carecen de sentido técnico, analítico y lógico.
La realidad es que el Metro permitirá reducir la circulación de los cerca de 2 000 buses y 90 000 vehículos particulares que atraviesan diariamente el CH, facilitará la implementación de los planes de peatonización y sobre todo atenderá los requerimientos de movilización de las familias, entidades públicas y diplomáticas, universidades, comercios y servicios que demanda el CH para su total rehabilitación como un patrimonio vivo y pujante.
La construcción del Metro de Quito, como eje vertebrador del Sistema Integrado de Transporte Público mejorará la calidad de vida de los quiteños y quiteñas, disminuirá la contaminación y la congestión vehicular, generará mayor productividad y bienestar familiar. La ciudadanía quiteña puede estar segura que la construcción y posterior operación de la estación subterránea del Metro en San Francisco no afectará a su condición de patrimonio excepcional, conservará su valor cultural, estético, funcional y arquitectónico; pues no habrá afectaciones ni al entorno, ni a su estructura, ni a sus elementos decorativos. Habrá progreso, modernidad, un salto tecnológico, en perfecta armonía con la conservación de nuestro patrimonio cultural de carácter excepcional.
Nota: Las caricaturas son espacios de humor en la sección opinión. Por lo demás, EL COMERCIO ha dado amplios espacios para debatir en sus páginas de información este y otros temas parecidos. Pese a que no caben réplicas sobre la opinión publicamos la carta completa en www.elcomercio.com.