El embajador de Francia en Ecuador, señor Jean Baptiste Main de Bossiére, al inaugurar el Festival de Cine Francés en la sala Alfredo Pareja de la CCE (noviembre 24, 19:30), cometió un desaguisado, y en sus palabras se podría percibir una ofensa a los ecuatorianos.
El diplomático, tras invitarnos a viajar a Francia por medio de la película ‘El Profeta’, del director Jacques Audiard, dijo que, para celebrar este encuentro cultural, ofrecía a los presentes una copa de vino, pero previo un riguroso “filtro” (¿?), proposición nunca antes escuchada. Concretamente, pidió que al terminarse el filme (22:30), los asistentes saliéramos del recinto. Luego, quienes resultaren seleccionados, tanto por tener invitación (ya retiraron a la entrada), cuanto por sortear una minuciosa inspección personal, podrán reingresar a la reunión. Es decir, para el Embajador, los presentes teníamos cara de sospechosos, de algo que no logro descifrar, y debíamos someternos a los “filtros” .
A manera de colofón, digamos que el perfil de Sherlock Holmes que parece seducir al Embajador, demolió la trilogía social de la Revolución Francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Y, lo peor del caso, las botellas de vino francés, sin destaparse, volvieron a sus bodegas.