Quien haya tenido la suerte de dirigir su mirada al Cotopaxi, muy temprano el martes 18, habrá quedado maravillado de su imponencia y grandiosidad.
El coloso lucía un gigantesco, brillante y hermoso ‘poncho’ blanco como desafiando el verde que el Gobierno quiere imponerle para declarar emergencia nacional, silenciar el clamor del pueblo en las calles, seguir disponiendo de los ahora exiguos recursos del pueblo a pretexto de ese “estado de excepción” y continuar lanzando la lava ardiente de su engañoso discurso.