La corrupción

Diario EL COMERCIO publica en su edición del 28 de enero de 2016 el informe de Transparencia Internacional que ubica al Ecuador como uno de los países más corruptos del mundo.

Sorprendentemente, coloca a los hermanos países de México y Colombia en mejor posición, a pesar de ser los territorios donde más enquistados están el tráfico y la producción de drogas. Uno pensaría que la pandemia de las drogas debería tener un gran peso sobre la calificación de corrupción de los países ya que las estructuras institucionales están casi siempre ligadas a este mal.Un dato anecdótico e histórico sobre el índice de Transparencia Internacional que me hace dudar de su credibilidad es que en el año 2007, Estados Unidos apareció en el puesto 20 del ranking y en 2008 subió al puesto 18, mejorando su ubicación como uno de los países menos corruptos. Recordemos que entre 2007 y 2008, como consecuencia de la llamada crisis de hipotecas ‘subprime’, 8 millones de estadounidenses perdieron su empleo, 6 millones de personas perdieron sus casas y se esfumaron 5 billones de dólares en Wall Street. Todo esto por la falta de control = “corrupción”, de las autoridades reguladoras y de control financiero de Estados Unidos.

Es evidente que Transparencia Internacional da un valor preponderante a los niveles de libertad de prensa, como lo destaca el artículo de EL COMERCIO, por sobre el control al tráfico de drogas con los ramales delictivos que desprende y los delitos financieros. No podemos negar que la corrupción existe en todo el mundo, con mayor o menor intensidad. La diferencia está en el nivel de impunidad existente en los diferentes países. Sin embargo, cuando las instituciones fallan, siempre queda la sanción moral y social de la ciudadanía contra los corruptos.

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