Hace unos meses mi hermana envió desde Tokio un cargamento de 30 kg. pesados allá con sus libros de uso personal. Según la legislación vigente, los libros no pagan impuestos en las aduanas del Ecuador, hasta 30 kg. Al llegar dicho envío a nuestro país, resulta que las balanzas de la aduana en Guayaquil, seguramente mejor calibradas que en Japón, indican que el peso es de 100 gramos más que lo permitido y no se puede desaduanizar como dice la ley, por esos 100 g que según ellos estarían demás, y que es necesario pagar USD150 de impuestos y contratar un bróker para hacer el trámite. El conocimiento es invaluable y los libros tienen mucho valor para nosotros. Me pregunto si aún es posible tener confianza en nuestras instituciones o tendremos que con mucho pesar darnos por vencidos y por perdida la batalla y por ende los libros que nos han costado esfuerzo y dinero . Esta es la segunda vez que la CAE nos perjudica, somos ciudadanos decentes que pagamos impuestos y respetamos las leyes y nos oponemos a que la corrupción siga imperando.