Ni los gobiernistas, ni la oposición, ni la nueva oposición. Es necesario se lo haga con honestidad y sea socializada en forma clara; el pueblo ya está cansado de ser embaucado. Aunque hoy en día, considero que la mayoría de los ecuatorianos estamos claros que queremos, una vez que la tranquilidad y la paz social se siente; solo resta generar una nueva democracia, de verdaderas manos limpias, corazones ardientes y mentes lúcidas. Es una oportunidad que debemos aprovechar al máximo, no es cuestión de preguntas, debemos ir a una verdadera democracia. Solo así vamos a salir de la debacle económica, política y social, que el anterior gobierno nos deja como herencia.