A nombre de Llorente & Cuenca Ecuador hago llegar mis más sinceras condolencias ante el cruel asesinato de Paúl Rivas, Efraín Segarra y Javier Ortega, apreciados miembros de esa institución, caídos en el cumplimiento de la noble misión del periodismo.
Al igual que el país entero, seguimos consternados por este fatídico desenlace de los días que duró el secuestro de Paúl, Efraín y Javier. Es una ostensible e invalorable pérdida para toda la sociedad y constituye una severa afrenta a la libertad de prensa en nuestro país.
Vendrán mejores días para los comunicadores en Ecuador. Entretanto, envío un abrazo solidario, convencida que este inesperado golpe no detendrá la tradición centenaria de buen periodismo que ha caracterizado a EL COMERCIO.