Durante estas semanas, se viene tratando el tema del sobreendeudamiento en un sector de las familias ecuatorianas, ante lo cual, ciertos analistas sostienen que una de las causas de este fenómeno es el ejemplo que da el Estado con su forma de emplear los recursos fiscales.
Desde mi punto de vista, es una conclusión más política que técnica. Seamos realistas: ¿acaso cada uno de nosotros pensamos en los préstamos realizados por China antes de pedir algún préstamo a una entidad bancaria? ¿Tomamos en cuenta la deuda externa para determinar si utilizamos o no la tarjeta de crédito? En mi caso, la respuesta a ambas preguntas es negativa.
Yo creo que es erróneo afirmar que los ecuatorianos seguimos el ejemplo del Estado. Por otro lado, la sobreoferta de tarjetas de crédito que exista en el mercado es -desde mi punto de vista- uno de los problemas fundamentales en el fenómeno del sobreendeudamiento.
Creo que una gran parte de nosotros hemos sido testigos de cómo se producen incesantes llamadas telefónicas ofertando las tarjetas de crédito. Espero que las autoridades competentes tomen las medidas adecuadas para evitar que este problema vaya en alza.