El presidente Rafael Correa tuvo la idea de que la Secretaría de Comunicación (SECOM) invitara a ciertos analistas, radiodifusores y periodistas que cuestionaron aquello de la contaminación causada por cierta petrolera en el norte de nuestra Amazonía, a fin de que se trasladen a verificar fehacientemente -de manera directa, personal y objetiva- aquel hecho. Unos aceptaron; otros no. Cuando se duda con toda buena fe, lo mejor es examinar con los propios ojos; es decir, para ratificarme o rectificar en beneficio de la verdad, del interés nacional y de los pobladores de la zona afectada. No aceptar la invitación, por lógica deductiva,devendría en la carencia de argumentos para sostener un contrapunto sin base. La única inspección ocular que tiene fuerza legal es la que practica el juez civil (acompañado de su secretario, de peritos y de las partes procesales), pues tiene jurisdicción y competencia; la otra comprobación objeto de la invitación, tiene gran fuerza moral.