En atención a que desde el 13 de noviembre, el Gobierno anuncia la vigencia y aplicación de una tasa aduanera considero pertinente hacer las siguientes puntualizaciones: De los productos que ingresan al país, unos lo hacen pagando impuestos y otros eludiendo los mismos. Esta segunda parte se conoce técnicamente como “comercio no registrado o “contrabando”. Del primer grupo de productos, es decir de los que pagan impuestos, se estima que un 70% declara como valor CIF para objeto del cálculo del impuesto, un precio reducido, subvalorado o subfacturado, el cual generalmente viene acompañada de una factura falsa. En todos los países del mundo existe y subsiste la tendencia a la evasión de tributos por cualquiera de las formas por lo que para neutralizar este comportamiento existe “el control aduanero” y para los casos en que la evasión se da vía la subfacturación, existe el Código de Valoración de Mercancías, de la Organización Mundial de Aduanas, que regula esta actitud irregular, frecuente en nuestros países. Hace muchos años el promedio de evasión de impuestos vía importaciones indicaba que de USD 100 de mercancía que ingresaba, USD 50 lo hacían de contrabando, no se registraban y consecuentemente no pagaban ningún impuesto; de los USD 50 restantes, la aduana estimaba que un 70%, es decir USD 35, correspondía a mercancía con precios subfacturados, de USD 100 que ingresaban al país como mercancía, solo USD 15 pagaban legalmente los impuestos y USD 85 estaban al margen de la ley. Por lo que informó el Director del SENAE, parece que en los 10 últimos años y a la fecha, esta situación no sólo que no cambió sino que empeoró y en el afán de superar esta deficiencia, la aduana comienza a aplicar una tasa de servicio aduanero, pero lo hace en un momento y dentro de un paquete que para la opinión pública resulta ser más bien una forma disfrazada para cobrar impuestos destinados a financiar el presupuesto del Estado y no como una tasa destinada a mejorar las condiciones de control aduanero. Por otro lado, se advierte que la tasa va a presentar complicaciones el momento de su aplicación al punto que ni el propio Director del SENAE tiene una visión clara sobre la forma como va a aplicarse a un universo de productos cuya unidad de importación tiene alrededor de 10 diferentes tipos y la tasa, un número mayor. Por estas apreciaciones considero que el momento y la circunstancia no son las más adecuadas para lanzase en esta aventura que tiene grandes probabilidades de generar confusiones en el sector importador y que estimulan aún más a los informales. En la aduana, seguramente hay conciencia de que al contrabandista no le interesa la tasa, por lo que lo ideal sería que la Aduana, mejore los sistemas de control.