Los resultados de la cumbre de la Alba en Guayaquil, en lo que se refiere a reforzar la integración, se manifiestan en que se debe formar una Zona Económica Complementaria, con el fin de no solo buscar acuerdos comerciales, sino de privilegiar la complementariedad y la solidaridad como lineamientos de la integración económica. Principios valederos que en lo físico o matemático sirven para completar o perfeccionar algo y en lo social la solidaridad es una adhesión circunstancial a una causa o a una empresa buscando un bien común.En lo económico, los artículos complementarios aumentarían los costos del producto final y se necesitaría una producción sincronizada para que el uso de los complementos no paralice la producción por venir de otros países o que la consistencia de los componentes sea diferente. El problema de la solidaridad nace porque los productos finales no tienen contra qué compararse por falta de competitividad, haciendo que no evolucionen y sean rechazados por los usuarios posteriormente por su falta de calidad o extemporaniedad.