La Asamblea fue creada al amparo de disposiciones de la Constitución, como uno de los tres poderes que regirían los destinos del país, supuestamente con absoluta autonomía e independencia entre ellos. Este cuerpo legislativo está integrado por una serie de comisiones, siendo una de ellas la de Fiscalización, cuyo principal objetivo -como su nombre lo indica- es el fiscalizar y verificar si organismos y funcionarios del Estado se desempeñan de conformidad con la ley y tramitar denuncias que se le presenten sometiéndolas a investigación. Varios juicios que fueron instaurados contra anteriores Ministros de Obras Públicas, Salud, Electricidad etc., y ahora a los actuales Ministros del Interior y Salud, han sido archivados en la Comisión de Fiscalización como que ‘aquí no pasa nada’. Si mal no recuerdo, el único juicio que se llevó hasta el final fue el de la Superintendente de Bancos, que tuvo que abandonar su cargo. Esta comisión debería llamarse de Absolución y Archivo y no de Fiscalización, ya que los juicios que se inician a Funcionarios del Gobierno quedan en nada, pues parece que: “Entre bomberos no se pisan la manguera”.