Inexplicablemente y citando una canción, la Jefa del máximo organismo de representación ciudadana, la Asamblea Nacional, ha dicho: “Hay que virar la tortilla: que los pobres coman pan y los ricos coman mierda”. Comentario profundamente hiriente, cizañoso y desafortunado de esta joven política que, según varios oficialistas, sería “La Delfina” del correísmo.