Del año 82 al 84 representé a nuestras Fuerzas Armadas ante: la Marina de Guerra, el Ministerio de Defensa de U.S.A. y la Junta Interamericana de Defensa de la O.E.A. y, en todo ese ambiente y en general en el campo diplomático de Washington me impresionó el hecho, que a Ecuador no se le conocía por su nombre, sino por “La Isla de Paz”. Pues, no tenía Guerrilla, la delincuencia era mínima, se podía caminar por las calles en la noche sin temor, no habían guardias de seguridad privada, no habían alarmas ni cámaras de televisión en casas, oficinas o en las calles, como sucede ahora. No hay duda que, comparativamente era una isla de paz. Ahora es lo contrario.
El viernes 17 de febrero de 2016, a las 08:30 vi en el canal alemán un programa con el título de: Elecciones 2017 en Ecuador-¿Ganará la corrupción? Se trataba del programa semanal llamado: La cuadriga, donde participaron 4 periodistas de diferentes países, una era de Ecuador, y, claro trataron básicamente la corrupción en el Ecuador.
Así, lo que años atrás éramos conocidos internacionalmente como un país sin corrupción, hoy a los 33 años, somos conocidos por corruptos. Y, en honor a la verdad, debemos reconocer que a menudo, los medios publican las delincuencias cometidas a nivel nacional, y especialmente el tráfico y hasta el consumo de substancias estupefacientes, y lo peor, el manejo delictuoso de los contratos celebrados para obras en Petroecuador y la confesión del pago de coimas a ciertos funcionarios públicos hecha por el exgerente de Odebrecht.
Estos hechos han desbordado la paciencia. Sinceramente creo, que si algo urgente debe hacer el triunfador al asumir la Presidencia, es combatir enérgicamente la corrupción hasta desaparecerla.