En estos días se tramita en la Asamblea Nacional el Código Orgánico de Salud. El entorno es tenso por acciones y actitudes políticas. La situación económica no es favorable. Late la amenaza de epidemias y de riesgos derivados de la naturaleza desbocada. En este contexto, los asambleístas deben considerar la incorporación de un mayor número de profesionales sanitarios al debate. Y no olvidar la Ley Orgánica de la Salud, todavía en vigencia, que garantiza el acceso universal a todas las acciones y servicios de salud. Que es la Constitución la que establece la garantía del Estado a ese derecho. Y a la universalidad y gratuidad de la asistencia sanitaria. Al trato especial para enfermos con procesos catastróficos y raros. A servicios de calidad y calidez. A la provisión de medicamentos. Y deben recordar la ley a riesgo de enrarecer más el ambiente general por interpretaciones de inconstitucionalidad de un código en proceso.