¿CIUDAD PARA VIVIR?

Desde que el antiguo aeropuerto es el Parque Bicentenario, no ha sido otra cosa que un pretexto para convertirlo en un lugar de ruido, sin importar para nada la salud y tranquilidad de los habitantes que vivimos en varios kilómetros a la redonda.

No entiendo cómo los organizadores (…) de tanto bullicio, pueden soportar semejante volumen, en sus propios oídos, o son sordos o usan orejeras y qué decir de los pobres ciudadanos que tienen la desgracia de habitar cerca del Parque Bicentenario, es algo intolerable que atenta al "buen vivir".Esta situación se agravó al extremo, con las fiestas de Quito, un vulgar concurso de quien mete más bulla, ignorando el "aspecto cultural…", es imposible poder conciliar el sueño.

¡Cómo extraño el aterrizar y/o elevarse de aviones!, que en sus buenos tiempos, me parecía un insulto a la paz y tranquilidad.

Suplementos digitales