¿Y la oposición?

La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en Venezuela reunió 112 escaños en el Congreso y liquidó a Maduro. La necesidad de unirse contra la tiranía dio al traste con ambiciones personales y juntos avanzaron a figurar en la historia. Hugo Chávez y sus abusos quedaron atrás luego de recordar a Montesquieu sentenciando: “Cuando se busca tanto el modo de hacerse temer, se encuentra siempre primero el de hacerse odiar”. El camino es largo y escabroso, los ‘pipones’ y nuevos ricos o pelean o mueren, pero antes está el país cuna de Bolívar, el de los sueños gloriosos o frustrados.

Pasando por Argentina y su peronismo patojeando, los ecuatorianos competimos en quien critica más al Gobierno. Todos sabemos que la Constitución de 300 años ha sido violada, que lentamente vamos a la ruina de la que acaba de salir Venezuela, que 100 sujetos se ríen en nuestras barbas y sus custodios nos dan garrote en las calles y seguimos cada cual por su lado sin aderezar una MUD y peor encontrar aunque sea un Eusebio Macías Suárez, que al mando de su partido CRN, Cruzada Reivindicadora Nacional, y su pueblo trigueño, amedrentó en 1960 a Velasco, Plaza, Cordero y Parra, que para no perder votos lo declararon no cumplidor de los requisitos.

Todo el mundo escurre el bulto y le da la razón a Niemoeller: “Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio porque no era comunista. Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, callé porque no era socialdemócrata. Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté porque no era sindicalista. Cuando vinieron a buscar a los judíos, no protesté porque yo no era judío. Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar”. 

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