Al borde de un colapso

Al único “diálogo” oficial, auspiciado por el actual Gobierno, fueron invitados tres destacados economistas. El tema central era buscar alternativas que alivien el impacto de la crisis derivada de erradas políticas económicas aplicadas en 8 años de bonanza financiera. Sin embargo, por las constantes interrupciones del moderador, a todas luces parcializado, de los ministros de Estado y también por quien lejos de referirse a los planteamientos técnicos expuestos por dos de los economistas, que en vano intentaban esbozar alternativas de solución a la actual crisis económica derivada del enorme derroche de 260 mil millones de dólares proveniente del alto precio del petróleo, a lo que hay que añadir los ingresos provenientes del excesivo endeudamiento externo utilizados en el descomunal gasto público, inversión pública que ha sobrepasado el nivel de absorción económica del país. No obstante, la respuesta a todo aquello, el “conversatorio” se convirtió en un enfrentamiento entre el presente y lo acaecido, sin reparar si quiera que parte de este Régimen ya se encuentra en el pasado. El Presidente enfatizó que los ingresos fiscales se verán disminuidos en 5 mil millones de dólares, pero hay que tomar en cuenta que dicho valor frente a los 260 mil millones de ingresos durante su gobierno, su impacto asciende únicamente al 0,019%.

La actual crisis, que cada día será más grave, deviene no solo de la caída del precio del petróleo, sino que la caída de los depósitos monetarios, del excesivo gasto corriente, del endeudamiento agresivo y oneroso, de adquisiciones suntuosas, proyectos sin concluir, de la ausencia de la inversión extranjera, de la inseguridad jurídica y tributaria, etc., pero sin reservas que atenúen el impacto económico en épocas de crisis que hoy comienza, pero no se sabe cuándo terminará. El Gobierno al eludir las alternativas planteadas ha puesto al país al borde del precipicio. Ha dado un paso al frente.

Suplementos digitales