Soy sobrino bisnieto del ex Presidente de la República Alfredo Baquerizo Moreno, lo que asumo con responsabilidad, pues me obliga a la imagen del apellido a partir de un comportamiento honesto.
Diario El Comercio en su edición de 10 de agosto de 2016 publicó en la página 2 del cuaderno 1 con el siguiente titular: “Los Baquerizo, conectados con 9 empresas off shore”, una amplia reseña en relación a presumibles delitos que se habrían cometido en el manejo de dineros públicos dentro de Petroecuador.
Partiendo del principio constitucional de la presunción de inocencia ustedes están impedidos, salvo que estén buscando escandalizar, de utilizar un apellido que con mucho orgullo llevamos muchos ecuatorianos. Más allá de que se trata de un homónimo, pues no me une ninguna relación familiar con la persona o personas presuntamente involucradas. Lo que censuro es el título, que utiliza una generalización indiscriminada, inaceptable.
Reformas legislativas aprobadas en los últimos años han regulado las normas que deben aplicar los medios casualmente para evitar imprecisiones en el señalamiento de responsabilidades cuando se imputan delitos a una o más personas. Mencionar a “Los Baquerizo” inobserva dichas reformas. Su propio medio, casi a diario, en la crónica roja habla de Santiago B. , Estaban Ch., Gumersindo Z., etc. para relatar hechos presuntamente delictivos, respetando así el derecho constitucional al buen nombre. Alfredo V. Baquerizo Fernández
Nota:Publicamos esta carta, pese a que no cabe rectificación alguna de acuerdo con la Ley de Comunicación. Este Diario divulgó los nombres por tratarse de personas que tuvieron contratos con el Estado y que están procesadas judicialmente. La instrucción fiscal es pública.