Todos los días nos informamos del estado actual del volcán Cotopaxi. “Moderada y superficial baja… el volcán emitió emisiones de vapor y gas con bajo contenido de ceniza…movimiento de fluidos y magma y que la sismicidad continúa”, según el Coordinador de Seguridad (EL COMERCIO 25-09-2015).
¿Pero en realidad qué sucederá el día esperado y temido por los habitantes del valle de Los Chillos, Cotopaxi, y la Región Amazónica? ¿Serán suficientes las medidas preventivas por parte de las autoridades, como la dotación de radios a los moradores, capacitación a moradores de las zonas de riesgo?Escucho y leo que está prohibido difundir noticias que causen alarma en la población. Por ejemplo, se dice -según expertos- que se demorarán 30 minutos en llegar los lahares al Triángulo arrastrando troncos, lodo, agua, y piedras, causando todo el daño al sector, con pérdidas materiales y de vidas humanas. ¿Esos 30 minutos serán suficientes para que los moradores puedan ponerse a salvo? Considero que no. Por esto, considero que por qué no ganar unos minutos y extenderlos digo yo unos 15 más; ¿cómo hacerlo?
Con un sistema preventivo adecuado y sin depender del accionar humano, es decir sea automático ante dicho evento (Alerta Temprana). Con la construcción de elementos que mitiguen el accionar de los lahares, reteniendo los sólidos y bajando la velocidad de su desplazamiento, como son: construcción de lagunas de retención de sólidos, aguas arriba.
El diseño de diques filtrantes igualmente aguas arriba, que retengan los sólidos y permitan el paso del agua.
Todo esto en coordinación adecuada en los municipios del sector. Considero que bien vale la pena la inversión, pues ello salvaría vidas humanas y si hay tiempo, pues -según las crónicas de 1877- el volcán demoró un año y medio en completar su ciclo eruptivo y en la actualidad recién se inició en agosto de este año.