Me refiero a la carta del arquitecto ‘Nicanor’ V. Fabara, cuyo nombre real es Vicente Aurelio Fabara Núñez, quien, con el pretexto de hablar sobre la UTE, se refiera a mi persona con frases ofensivas e inexactas.
Empieza afirmando que no va a comentar sobre “las administraciones pasadas” de la UTE, es obvio, no le conviene.
Sería bueno que en esta misma columna comente cuáles fueron las verdaderas razones por las que dejó el decanato de Arquitectura de la UTE tras solo 3 años de gestión. Tampoco dice que su hijo fue desvinculado el 10 de febrero pasado, debido a que la licenciatura en diseño que posee, no lo habilita para la docencia ni la investigación. Ahora sí están claros su enfado y odio gratuitos, a pesar de que durante varios años acudió a mi consulta en calidad de paciente, sin haber tenido que pagar un centavo por mis servicios profesionales.
Llegué al rectorado con una votación de más del 84% de los votos, no precisamente por “poner en circulación un folleto”. Catorce largos años como decano fundador de una de las mejores facultades de Ciencias de la Salud del país avalan mi trabajo. Falta de categoría fue, tener que salir del decanato de una facultad de Arquitectura de otra universidad privada, tras solo pocos meses de gestión.
Todo el país sabe cuál es la situación de la UTE, aquí no hay “artificios” ni “falsedades”. Se trata de una negligencia administrativa que ha provocado una severa crisis financiera que obligó a tomar la dolorosa decisión de separar a docentes y empleados, entre otras medidas urgentes.
Dedico a la Universidad más de las 40 horas semanales que me exige el Art. 48 de la LOES y ejerzo mi profesión durante el poco tiempo que me queda después de mi trabajo en la UTE.