El regreso al Ecuador del Bucaram, hoy con 65 años, no nos alegra ni justifica todo lo que hizo hace 20 años. Es penoso ver como el exilio no cambió su estilo de hacer política ni su carácter, pues debería ser más sosegado, maduro y cauto. El debió haber llegado con la cabeza baja pidiendo disculpas al pueblo por todos sus errores, pero no lo ha hecho y está pensando intervenir otra vez en política. Estamos cansados de 10 años de confrontación, prepotencia, insultos y shows en tarima, ya no aguantamos más. Queremos paz, ¿será mucho pedirle esto a Bucaram?