A mi Quiteña Bonita

Del jardín de Quito eres preciosa flor, tu presencia cautiva mis sentidos y razón. Patrimoniales espacios son tus reales pasarelas, donde luces tu belleza y recibes ovación. Esbelta y perfumada de sonrisa caramelo, del lindo Quito eres su flor más bonita. Eres de noble savia muy frescos pétalos de artísticas hechuras mano de Dios hay en ti.

Te contemplo azucena por tu alma blanca, don de gentes amable tu perfume inspirador. Por tu herencia española eres precioso clavel, jaspeados colores en tu vestimenta van. En botón abierto al sol ecuatorial, te veo púrpura rosa en toda tu esbeltez.

De los balcones de Quito en su centro colonial, los románticos geranios me hablan siempre de ti. En los jardines quiteños fresca luces tu esplendor, eres girasol de gran tallo que regalas a todos tu luz.

Si de artística belleza el Creador te vistió hay días que te presentas como orquídea en altar. Por la dulzura que emana tu semblante enamorador, te conviertes en margarita mi bella Quiteña Bonita.

Eres mi musa romántica de muy noble corazón, enamoras sutilmente para ti va mi canción. Tu nombre engrandece al patrimonio colonial, porque en América eres de la belleza su reina.

Lindo Quito de mi vida Quiteña mi gran pasión, en su cielo hermosa luz, de mi alma inspiración. Extasiado en tu presencia filosofando siempre estoy, concluyo con mucha razón que mi pensamiento eres tú.  

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