Hay muchos logros de la Revolución Ciudadana. La Constitución de Montecristi permitió superar a los gobiernos ineficientes, que llevaron al país a la inestabilidad. Los salarios mejoraron. Las afiliaciones al Seguro Social se triplicaron. Mejoraron las oficinas públicas. Se cerraron las universidades de garaje. Menciono algunos y reconozco el liderazgo de Rafael Correa. Es imposible que todo sea perfecto. Por eso, en esta nueva etapa se deben hacer rectificaciones. Por ejemplo, continúa la Senescyt, va a mantenerse el proyecto Yachay, pero sería absurdo que no se corrijan lo que no marcha bien. La repotenciación de la refinería de Esmeraldas había que hacerla y ella permite ahorrar en importación de combustibles, pero no estuvo bien que Capaya fuera Gerente de Petroecuador y Ministro de Hidrocarburos. Es una lástima que Odebrecht haya sobornado a algunos funcionarios. Sería absurdo que el gobierno no reconozca esa realidad. Es normal que los opositores nieguen los logros y exageren los errores. Pero si los movimientos políticos no reconocen sus fallas, se deterioran en el tiempo. La auto-crítica les permite fortalecerse. El ex-Presidente podría haber defendido la obra, sin llenar de sospechas al sucesor, sin oponerse a que este haga las rectificaciones.
El ex-Presidente y sus apasionados seguidores parecen mostrar que su objetivo era la reelección en el2 021. Una parte de la auto-crítica es que la Asamblea no debió enmendar la Constitución sin Consulta Popular. Este y otros errores debilitaron al Movimiento. Por eso, Lenín era el candidato que permitía ganar, pero lo hizo con estrecho margen. El tema que más surgía en la campaña era la falta de empleo por el descenso de la construcción. La Ley de Plusvalía no es la causa, pero la gente lo cree, porque esa Ley no debió unirse a la de Herencias y presentarse en un Informe a la Nación. Si antes se hubiera socializado no tendría tanto rechazo. Por eso, esa es una de las preguntas de la Consulta. Deberíamos estar contentos de recuperar este mecanismo democrático sobre temas que son un clamor general, como el combate a la corrupción y la reforma del Consejo de Participación. Esos temas no son objetivos de la derecha, como cierta mentalidad sectaria quiere hacer creer. Es correcto dar espacio a las demandas: el ITT, la minería, los niños y adolescentes. Espero que se supere la confrontación interna y que la Revolución Ciudadana continúe la transformación, en democracia y con alternancia en el gobierno.